lunes, 19 de julio de 2010


Una pared del Bocha

Independiente empieza las obras en la tribuna Bochini, la que falta finalizar en el estadio Libertadores. El plan es terminarlo en 2011...

Cuando traigan la grúa, arrancamos”, dice a cada paso Hugo Barrueco, vice 2° de Independiente, con el freno de mano puesto aunque listo para avanzar sobre las obras en el Libertadores de América. Y hoy sería el día en el que en Alsina y Bochini volverá el ruido de camiones y el olor a cemento fresco. “Y no paramos más”, sube la apuesta el dirigente encargado de que el nuevo estadio, al que le falta terminar todo un lateral, quede los más parecido posible al proyecto de fines de 2006 (sin el techo, por ahora). Y que, con el aporte de u$s 5.000.000 que salen de un fideicomiso, se espera que esté listo en un año -tal vez un poco menos-.

En la primera etapa, el dinero (unos 30 millones de dólares) salió de venta de jugadores. Ahora, el Rojo decidió pedir un préstamo. “Se armó un fideicomiso por medio del grupo Banco Provincia: inversores compraron bonos del banco, prestan el dinero y el banco se encargará de hacer que Independiente cumpla con devolverlo. ¿Cómo? La ides es que sea con la venta anticipada de plateas y palcos del sector en construcción”, le explicó Cristian Mattera, secretario general del Rojo, a Olé . El plazo para saldar la deuda sería de unos tres años (el convenio se firmará en un par de semanas y ahí se hará oficial). “Si bien con los intereses vamos a terminar devolviendo más plata de la que nos prestan, es la forma que la CD evaluó como la indicada para hacernos de este efectivo y terminar la cancha ahora”, confirmó el directivo.

Dos empresas harán el trabajo más grueso: Astori se encargará de la prolongación de la bandeja superior de la platea Bochini (ex Cordero) y traerá desde su casa matriz en Córdoba los escalones premoldeados que ya fueron pagados. En tanto, Klaricek terminará las dos Gargantas del Diablo (la 3 y la 4), que llevan edificados el primero de cuatro pisos. En paralelo, se irá trabajando en la obra civil que incluyen las dos tiras de palcos de este sector. Este presupuesto no incluye la pensión para Inferiores (irá debajo de la popular Norte), que se costea aparte. Lo positivo es que el Rojo nunca perderá la localía por las obras.

En estos dos meses sin fútbol, hubo mejoras en el sistema de cloacas y de agua, que tantas quejas recibió en el pasado. Se pintaron de rojo algunos bloques grises, como el hall central y el pasillo de acceso de los equipos. Y, la modificación más importante, la platea Sur Baja (debajo de la visitante) pasará a ser popular y la Norte Alta, que funcionaba como tribuna, tendrá butacas. Así, serán 18.000 los socios -exclusivamente- que alentarán todo el partido de parado (antes eran 13.500). Y, gracias a la instalación de molinetes que contarán electrónicamente el ingreso, ya no será necesario el tan criticado sistema de bonos. Para que este trueque de ubicaciones sea posible, el Coprosede exigió habilitar un acceso nuevo por una calle municipal que bordea el terraplén del tren.

Compromiso asumido.

Fuente : Olé

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